Luego de una larga jornada, llegó la hora que más esperaba: la comida. Fue a eso de las 14:00 horas, y desde las 8:00 que no ingería ningún alimento (ya que, debo confesar, me olvidé de hacer algunas compras previas para esta visita), así que estaba emocionada.
Teníamos dos opciones: traer tu propio refrigerio, o comprarlo en un restaurante local asignado. Al principio pensaba llevar yo mi propio almuerzo, pero dado que no quería fastidiar a mi abuela para que cocine en la mañana, tuve que pedir S/.15 para pedir el almuerzo.
Las opciones eran:
ENTRADAS:
- Causa rellena
- Papa a la Huancaína
SEGUNDOS:
- Pollo apanado con papas y arroz
- Pollo a la plancha con papas y arroz
- Sopa Seca con Carapulcra
BEBIDAS:
- Botella personal de Inca Kola
- Botella personal de Coca Cola
Yo pedí la Sopa Seca porque era un plato típico de la zona, además que el pollo lo encontraría en cualquier lugar. Tres años atrás, en el 2013, ya había tenido la oportunidad de visitar Lunahuaná y, obviamente, de probar el mismo plato, lo cual me encantó.
Sin embargo, la comida no fue lo que esperaba. No era como lo había probado antes. Sentí que el aderezo que le faltaba a uno, le sobraba al otro. Por un lado, el sabor de la carapulcra era muy fuerte, más de lo que normalmente suele ser; y por el otro, los fideos tenían un sabor un poco extraño, no tenía gusto.
Bueno, eso es todo. Tal vez no todos tengan la misma opinión que yo, pero en lo personal, el almuerzo no me satisfizo como lo esperaba.
muy bueno, un contenido excelente.
ResponderEliminarGracias Val😍🤗
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